Spooky en su búsqueda de una evolución expresiva de la naturaleza se topó con una gran experiencia, un inmenso regalo que le brindó parte de todo el conocimiento que buscaba, experimentar las primeras trece lunas de vida de este vibrante obsequio que decidió abrir sus ojos en esta dimensión, su hijo.
Por Mario Díaz (El Master).-
Pasó un año de que se presentó Fabudélicas en la Feria Internacional del Libro, sin dudarlo un libro muy hermoso tanto es sus textos como por las ilustraciones de Mariana Magdaleno, en donde fusionaron en perfecta comunión la naturaleza y el espíritu humano. Ahora estos dos personajes suben el nivel presentando FabudeLucas un canto de trece lunas hacia el más grande regalo del universo, la existencia, la llegada de Lucas el hijo del autor.
“Este libro Fabudelucas es la evolución de Fabudélicas que empezó siendo un libro maestro, que hablaba de cómo la naturaleza nos enseña en todas sus expresiones que como humanos no alcanzamos a observar, como en el texto de la araña (contenido en este segundo volumen) que tejiendo su tela nos dice que todo está conectado. Nos enseña este libro que todas las expresiones de la naturaleza nos hablan todo el tiempo y en esta nueva entrega lo que estamos hablando es del alma”.

“Pretendemos que sea desde un punto de vista de un alma que se encarna en la tercera dimensión y que aprende de cada uno de los contactos que tiene, que aprende con todos los objetos que va observando, que aprende con sus padres y este crecimiento de luz que vive con el día a día, con situaciones de lo cotidiano y que va aprendiendo desde su inocencia lo que significa ser un buen terrestre”.
El libro en su primer capítulo da la bienvenida a esta nueva existencia de una manera muy amable:
Fluyendo en la totalidad en perfecta armonía y absoluta coherencia se encontraba el alma que será conocida con el nombre de Lucas.
Espontáneamente la vibración del Misterio hecha palabra rompió el noble silencio y se hizo presente.
–Lucas, ya es tiempo –dijo el Misterio, amable y cariñoso como una madre que despabila a su hijo al despuntar el día.
–Yo soy Lucas –respondió el alma que así será llamada, volviéndose consciente de su propia existencia.
FabudeLucas es un libro que, igual que su antecesor resulta una caricia a la vista y despierta sin que uno se dé cuenta una ligera paz que se va reforzando en cada uno de sus trece capítulos, todos ellos ilustrados maravillosamente por Mariana Magdaleno, compañera de viaje editorial de Spooky quien aclara.
“Si, el libro lo que hace es recoger trece historias de las primeras trece lunas de un año de la vida de Lucas que es mi hijo, en donde con esta observación de lo cotidiano, de la vida de un bebé, fui escribiendo cada una de estas historias”.
Por su parte Mariana Magdaleno, el complemento visual de estos textos, nos comenta:
“Estoy muy contenta de volver a trabajar con mi amigo Spooky, aunque fue un proceso que no estuvo ausente de sus retos, pero todo fue un aprendizaje muy lindo. Ahora en este libro vamos a encontrar a los animales guías de esta pequeña alma, Lucas, pero que también es la representación de todos los niños, todos los bebés, tus hijos, los de tus hermanos, hermanas, primos, los nuestros también”.



“Spooky estaba pensando en escribir las Fabudélicas del Alma y en estas se encontraba ya este concepto del espíritu, el alma, la vibración, el misterio, el eco entonces ya habíamos platicado, no fue solo eso de ahí te van los textos haz los dibujos, es un proceso completo desde que Spooky tiene esta idea de cada capítulo, pero luego nace Lucas y cambia toda esta experiencia, evoluciona con mayor intensidad con el nuevo bebé y se potencializa toda esta experiencia del alma y se transforma a algo más luminoso”, recuerda Mariana.
Magdaleno, comenta que los textos y las ilustraciones ya estaban muy aventajadas, pero a la llegada de Lucas todo fue una especie de despertar y comprensión de que hay algo más poderoso que se tenía que escribir.
Vuelve a tomar la palabra Spooky para detallar:
“Sin dudarlo. Supe lo que es la bendición de ser papá y cómo esto puede despertar esa sensibilidad como padre, estamos acostumbrados a que, de la paternidad hable solo la madre, pero los papás tenemos la oportunidad de ser observadores de un proceso que es divino, es un alma bajando a la tierra, encarnándose en esta dimensión y experimentándose con todo lo que tiene”.
“La madre tiene todo de primera mano tiene todo ese sentimiento, esa información y esa energía femenina ese gran poder de ser quien trae la vida la tierra. La energía femenina es la que trabaja con lo invisible y es la que materializa las almas en la tierra; por otra parte la energía masculina, la energía transformadora permite desde afuera ser observadores de este milagro y como un observador del milagro de la vida tratando se ser sensible y empático con esta situación, me di cuenta de que cada llegada de un alma nueva, es un recordatorio de lo que somos, solo unos viajeros en esta experiencia tridimensional experimentándonos cada quien desde un ángulo diferente alimentando el gran espíritu”.
Una tarde despertando de su siesta, Lucas tuvo un encuentro inesperado: debajo de su brazo, entre la coyuntura de su axila y la parte interna de su codo descubrió una torta.
—¿Quién eres? —preguntó Lucas con la curiosidad que ya lo caracteriza.
—Soy tu torta bajo el brazo –respondió con la sencillez que caracteriza a las tortas.
—¿Qué es una torta bajo el brazo?
—Soy tu prosperidad –aclaró la torta bajo el brazo–, y soy tu regalo.
—Gracias, torta, pero ya tengo un regalo: mi cuerpo humano.
Es un libro que invita a los padres a dejar de ser solo entes presenciales esporádicos y nos convoca a querer hacer este ejercicio tal vez solo para la familia, el abrir los ojos a la observación, al sentir e imaginar lo que pudiera estar viviendo, experimentando esta nueva vida.

“Es una invitación a ponernos a observar todo lo que los bebés hacen, darnos cuenta de sus expresiones, del cómo toman los objetos que se les acercan, cómo observan y empiezan a reconocer rostros, voces, sonidos y al mismo tiempo es recordarnos que a través de la inocencia podemos regresar y entender lo que somos, solo unos seres inocentes en esta basta dimensión”.
“El resultado es un libro muy luminoso que pretende reflejar el brillo del alma y como dice Mariana eran conceptos que ya venía trabajando para el siguiente libro, pero que en el momento eran un poco complejos porque hablar de la sintonía de la vibración, de la materia y del espíritu, hablar del portal de prosperidad que somos, son conceptos difíciles de exponer de manera sencilla”.
“Y de dibujar también…”, interviene Mariana Magdaleno como descargando un poco la tensión que vivió al crear sus gráficos para este libro, unas líneas más abajo aclaramos esta anecdótica situación.
Regresa Spooky.
“Cuando nació Lucas supe que era el hilo conductor de todos estos conceptos más etéreos a los que le estaba tratando de dar forma y cuando quedaron los trece textos finales, me dije, ya resolví la mitad del problema, ahora tenemos un problemita para Mariana, cómo va a dibujar el alma, la relación del alma con la materia”.


Mariana Magdaleno nos platica que fue todo un proceso que de pronto se transformó en un gran reto cuando le cambiaron toda la jugada porque sus imágenes ya no funcionaban con la nueva dinámica de un nuevo ser y que llegó en un momento muy complicado en su vida.
Ella lo explica:
“De pronto me llega Spooky con esta nueva vibra y para mí fue complicado para mí porque yo hablo a través de la naturaleza y de los animales, ahora tuve que bajar este universo de conceptos como un poco más abstractos que el texto, para mí, que me parecieron bellísimos. Hablar de la abundancia que es Lucas con una torta bajo el brazo, hablar de las vibraciones es Lucas con una sonaja entonces hay objetos y conceptos, Mariana dibuja animales y plantas…”
“Así que empecé a hacer estos pequeños dibujitos como los que hay con pequeños mandalas, fractales, que tenían que ver con la vibración con el misterio, pero vieron que no funcionaban después del texto”.
Nos dice Mariana que el trabajo de ilustraciones, esos pequeños mandalas que se encuentran durante este recorrido literario, ya había concluido, todo estaba listo para la imprenta por lo que la artista siguió con su nuevo proyecto, mudarse no solo de casa sino de ciudad.
Pero al integrar todo tanto Spooky como su editor concluyeron que, si bien todo parecía funcionar, sabían que se necesitaba de otras ilustraciones que a la vez tuviera concordancia con el primer tomo de Fabudélicas.
“Me estaba mudando de ciudad cuando me dicen que tengo solo ¡DOS SEMANAS para entregar! me quedé atónita, pero no lo pensé dos veces dije órale va, pero necesito trabajar en mi lenguaje plantas, animales. No pensar en los mandalas y regresar a lo que uno venera y respetar tu proceso, regresar a lo que admiras, volver a lo que soy”, recuerda Mariana.
Tras unos días de espera e incertidumbre, “Mariana me manda su primer dibujo, que fue el del gallo, dije ya la hicimos. Porque es el alma que llega a la tierra y no es luna cigüeña sino el gallo quien anuncia la nueva vida, la nueva luz, es una poesía en sí mismo este dibujo”, detalla Spooky.
“Una, dos, tres”, contaron los invitados, pero un momento ante de que Lucas soplara, la vela llamó su atención.
–Primero pide tus deseos –dijo la vela chisporroteando.
–Solo uno –apuntó el pastel con severidad.
–¿Por qué solo uno? –preguntó Lucas.
–Para que no se te acaben –insistió la vela.
–Todo se acaba más tarde o temprano –replicó el pastel de cumpleaños–, Por ejemplo, cada vez que comes una rebanada de pastel te queda menos, si comes todas al mismo tiempo te quedas sin pastel.
Finalmente anunciaron que su siguiente libro es Visitas a Casa de los Abuelos que es un libro en donde tratara mucho con las plantas de poder.
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