Café con Letras Radio

Gabriela Enríquez, ganadora del Premio Mauricio Acher Ramdom House 2023, nos enfrenta a un intenso monólogo cargado de abandonos, dolor, sufrimiento y tal vez de algo que se entiende como amor 

Por Mario Díaz (El Master).- 

La hermana de Teresa la ve postrada en su cama del hospital, lleva tiempo en coma y ni siquiera llegó a enterarse de que ha sido mamá. Acude religiosamente para hacerle compañía y pasa las horas platicándole amorosamente de entorno que las rodea y poco a poco va recordando pasajes de su infancia cuando eran inseparables, viene entonces el primer abandono que sufren ambas cuando sus padres las meten a un orfanato, pasarían seis años recluidas en este lugar para volver a ver a su madre.  

La protagonista de Amor al próximo (Random House) de la escritora Gabriela Enríquez, platica con su hermana Teresa, mientras nos va presentando a sus familiares, en donde vamos descubriendo en sus charlas un recorrido de silencios que fueron construyendo la relación familiar de estas dos hermanas.   

Por momentos pareciera que la hermana lúdica y deforme justifica el desinterés materno al recordarle a su hermana que a su progenitora la casaron a los trece años con un sujeto mayor, en una boda nocturna y como lecho nupcial un catre colocado a las prisas en la cocina.  

A lo largo de la novela la figura de la tía Amelia, surge como un detonante de nuevos silencios, cargada de resentimiento hacia madres Pasionistas le negaron su sueño de convertirse en esposa de Dios, pero no le impidió asumirse como una monja, tal vez clandestina. Teresa y su hermana también comparten al mismo hombre, al que quisieran amar y que las ame. Pero éstos no son simples datos anecdóticos, constituyen los asuntos de redención que la narradora de esta novela ha venido a tratar con su hermana en coma. 

En entrevista con Café con Letras Radio, Gabriela Enríquez puntualiza: 

“Este libro fue una exploración sobre el amor, pero como una condena, como un sacrificio, como una cosa dentro de este concepto, este arquetipo cultural judeo-cristiano que es el amor al prójimo. Fue encontrar de qué manera o en qué momento puede destruir tanto a una persona como a las familias, lo que es la familia como este núcleo, este paraíso prometido que nunca llega, es lo que estaba explorando”. 

¿Amar al prójimo como una obligación? 

“Así es, trato el amor, como esta condena que no te puedes quitar y que lleva a relacionarte de formas que te llevan a abducciones inimaginables, es este precepto que está enmarcando todas las relaciones, a qué tipo de violencias te pueden llevar por amor o este amor entendido como obligado o como el debe de ser así”. 

¿Es un diálogo entre ambas hermanas, es un monólogo compartido? 

“Este libro son esas dos cosas que dices, es un monólogo, pero también un diálogo. Es una mujer que le habla a su hermana y ella está ausente de alguna manera, se encuentra en coma, esto no es un diálogo en sí porque no hay una respuesta de la hermana, no puede, pero también es la recuperación de la historia de la narradora que se la va contando a su hermana, en donde de alguna manera se da este dialogo entre ellas”. 

La hermana, va narrando pedacitos de la historia que compartió con Teresa antes de caer en coma, también le va relatando su vida después de la separación que vivieron ambas, ¿es un libro de ausencias, de amor, de recriminación, de una especie de amor encajado más a fuerza en este concepto que en la indiferencia? 

“Pues es un libro de todo eso y mucho más, porque en cualquier relación hay de todo, hay mucho que reclamar, hay mucho que agradecer, mucho que reflexionar, aprender, condenar, sobre todo en una relación filial entre dos hermanas, entre mujeres. Como te comenté, eso del amor o de la idea que se tiene de atender al prójimo con toda esta carga religiosa que nos han inculcado desde siempre, esto puede convertirse no en algo que aligere sino todo lo contrario puede ser una carga obligatoria para cumplir ciertos cánones sociales religiosos”. 

“Me enfrenté a la posibilidad de o a la idea que nos han heredado nuestras abuelas, o tal vez las abuelas de nuestras abuelas, sobre el amar a los demás, como a uno mismo. De ahí que en esta exploración encontré esta historia cargada de mucho dolor, abnegación en ciertos momentos por pate de mi personaje principal, que se enfrenta a lo que se ha normalizado o que se debe de entender sobre amar al prójimo”. 

Crecen prácticamente solo teniéndose una a la otra, cuando por fin creen que viene lo mejor para ellas, ocurre todo lo contrario, una nueva separación. 

“A partir de ahí se da una simbiosis, te das cuenta de que, uno puede llegar a ser simbiótico de otra persona y a través de esto viene un gran proceso, toco muchos temas, pero es por medio de este proceso que expongo el cómo nos diferenciamos, quién soy yo, si no soy tu, cuál es mi vida, porque he vivido en función de ti, en este sentido es una exploración de la individualidad de la individualización de las personas”. 

“También es enfrentarse a eso que las familias hacen que es tan difícil para que uno pueda individualizarse, sobre todo nosotros los latinos que somos como familias muéganos, hacemos simbiosis con tu madre, con tus hermanos, hermanas, sobrinos, tíos, abuelos, es una complejidad espantosa, ya no sabes quién está viviendo y diciendo lo que estamos diciendo”. 

Platícanos un poco de cómo fue que escribiste esta novela, te tuviste fe y la mandaste para que concursara por el galardón, ¿cómo fue enterarte que habías ganado?  

“Fue tan sorpresivo porque ni me acordaba, nunca pude retener la fecha de cuándo iban a dar el nombre del ganador, se me fue por completo. Mandé la novela y este simple hecho para mí fue un verdadero acto de atrevimiento, porque no es fácil el que uno se tenga fe a sí mismo y menos con una primera novela y menos cuando no te crees que eres escritora”. 

¿Ahora cómo te sientes, presentando tu novela en FIL Guadalajara? 

“Es raro, agradable y un poco intimidante, porque veo a todo mundo aquí en la FIL Guadalajara, muchos escritores que ya son grandes y a quienes admiro desde hace tiempo y que comparten salones conmigo, si me pregunto ¿pero qué hago aquí? 

“Vivo en Pátzcuaro, me llamaron cuando gané el premio y me dicen vente a México, pero pues no podía, como te comenté se me había olvidado la fecha, así que finalmente lo hice todo por llamadas telefónicas” 

Viene otro momento cuando tienes el libro en la mano. 

“Bueno antes te digo que fue todo un proceso largo, la premiación fue el 13 de diciembre y pasamos por un largo proceso editorial, pero también de un poco de reestructura, que le agradezco infinitamente a Laide Ventura que fue parte del jurado y estuvo dispuesta a trabajar conmigo. Conocí lo que es la calidad de esta mujer, con una generosidad que me brindó su tiempo, una dedicación y finalmente la novela quedó como debía de ser”. 

“En julio se logra la impresión y la presentación de hace en agosto en la Ciudad de México. Fue hermoso ver el libro por fin en mis manos, participé mucho en este proceso en su elaboración y finalmente tenerlo o ver que lo tienen otras personas es maravilloso, hasta me la empiezo a creer (risas)”. 

Ahora, vas a la presentación de tu libro, pero antes te das una vuelta por los pasillos y repisas de la FIL Guadalajara, y justo al dar la vuelta te tropiezas con un personaje de un libro, ¿quién sería este personaje y qué le preguntarías? 

“Qué pregunta tan interesante y complicada, híjole. Bueno creo que tengo tres personajes muy impactantes, pero tanto así como atreverme a pregunarles algo, híjole no sé, puede ser algún personaje de Revueltas, esos personajes tan sórdidos, perdidos en el desierto. Pues ahora que lo pienso no les preguntaría nada solo les daría un abrazo y les daría un poco de aliento, vamos te faltan menos páginas”. 

Pero, si de pudiera ser con un autor, algún escritor la cosa cambia. Sin dudarlo el escritor que me hubiera gustado conocer es Albert Camus, je, te puedo decir que me enamoré de él, fue mi gran escritor, lo seguí desde la adolescencia me encantaban sus ensayos, si me pudiera encontrar a Camus, le diría eres mi Crush. Me lo llevo a tomar unos mezcalitos y ver qué pasa…jajaja”. 

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