Café con Letras Radio

El super héroe que surge de la pluma de Hilario Peña, nos da una buena dosis de rockabilly, justicia callejera y un gran viaje cósmico 

Por Mario Díaz (El Master).- 

Cuando terminas de leer Garbaje Man (Trillas) del autor Hilario Peña surgen varias preguntas. ¿Qué es lo que tengo en mis manos una novela juvenil, tal vez una fantasía distópica, el inicio de un super héroe o un buen viaje de alucinación?  

¿Es una crítica social al trato que se da a los trabajadores en los parques industriales? 

¿Es una radiografía de los malos tratos que se le da a los usuarios del transporte público? 

Y la más importante, por lo menos para este lector ¿Habrá una secuela o precuela sobre Garbage Man? (Esperemos que sí). 

Pero empecemos. Sin temor a equivocarnos en muchos hogares de las zonas marginadas de cualquier ciudad con parques industriales, saben de alguna persona que sufrió un accidente laboral operando algún equipo, quejarse no es bueno pues no solo no cubrirás la cuota de producción, sino que incluso corres el riesgo quedar sin empleo. Por otro lado, también se tienen relatos que tienen que ver con el llamado pulpo camionero y el poder que tienen sobre los usuarios del transporte público urbano. 

Los choferes no te hacen la parada a menos que haya una chica hermosa solicitando también el servicio; no respetan los descuentos para adultos mayores o estudiantes; accidentes por exceso de velocidad; y las autoridades haciéndose de la vista gorda. 

Si les sonó conocido, ¿cierto? 

Si bien puedes estar hablando de Guadalajara, Tonalá, Ciudad de México, Chihuahua, cualquier parte del país, Hilario Peña autor de Garbage Man, toma estos elementos y la ciudad de Tijuana a la que transforma en un espacio apocalíptico y distópico en donde ya solo existen tres cuidades en guerra. Una de ellas Duhrdburgo en donde se desarrolla la novela. 

Hilario Peña, en entrevista para Café con Letras Radio, explica sin querer spolear su libro: 

“Johnny, Garbage Man es un super héroe, pero ¿quién es este sujeto? Es un recolector de basura para la empresa Blue Waste y este trabajo de alguna manera lo estigmatiza, al trabajar en este ambiente se le impregnan por obvias razones aromas nada gratos, es un oficio muy discriminado a pesar de que es uno de los más nobles, vaya desaparecen todos nuestros desperdicios, todo lo que no nos gusta, o nos deja de servir”. 

“En una parte del relato descubre ciertos asuntos de la empresa para la que trabaja y sufre un accidente gacho, pero en vez de morir como se suponía que debía de ocurrir sale de esto con super poderes y él convertido en una calaca viviente”. 

Hilario Peña, reconoce que esta novela que está de una manera muy superficial está muy ligada a lo fantástico, es quizá uno de sus libros más autobiográficos, como ya se expuso la ciudad en donde está ambientada es Duhrdburgo, que no es otro lugar más que la ciudad fronteriza del norte Tijuana, con sus paisajes de una aparente eterna marginación, sus fábricas, la frontera con Estados Unidos, todo esto se refleja a lo largo de estas páginas. 

A tu personaje se le percibe siempre dentro de la marginación. 

“Pues sí, luego del accidente laboral en donde se suponía debía de morir, en lugar de eso adquiere sus poderes de super héroe, pero muy diferente a lo que se conoce como super héroes, interpreta una música muy pasada de moda rockabilly demasiado salvaje, este es otro rechazo que siente porque parece que a nadie le interesa su música”. 

“Este personaje tiene todo esto, es muy marginal, no es bien recibido, su arte no le interesa a nadie, es un sujeto muy solitario más por la auto marginación que por otra cosa, pero luego adquiere estos poderes y como decía Don Quijote empieza a reparar viudas y tuertos”. 

Sus poderes son: fuerza sobrehumana, su cuerpo tiene la capacidad de desprenderse de sus extremidades, emana gases venenosos, se comunica con las ratas, las controla, y tiene una guitarra eléctrica con la cual interpreta una música que atenta contra los tímpanos.  

Para enfrentarse a sus enemigos Garbage Man, cuenta también con aliados, un grupo de fenómenos de circo, las propias ratas y los perros callejeros.  

Parte de la trama va en que Blue Wast es una empresa que convierte la basura en energía eléctrica por medio de un proceso de fusión atómica, el resultado ambiental es altamente tóxico, al grado que sus empleados están teniendo hijos con extrañas mutaciones, por lo que Johnny comienza una investigación que lo llevará al límite de sus poderes. 

Por si fuera poco, en la segunda parte de esta novela Hilario Peña nos enfrenta a robots, golems, un shoggoth, y el dios egipcio Rahotep y la ciudad de Yaddith. 

Villano por destino 

“En cierta manera en la segunda parte de la novela se convierte en una especie de distopia en donde el villano que es un brujo llamado Zkauba, lo podemos ver cómo se convierte en un tirado cuando en realidad al principio traía muy buenas intenciones, en este sentido se convierte en una novela diferente porque a diferencia de otras distopias como 1984, Un mundo feliz, vemos en ese tipo de obras al régimen tiránico ahí, detrás de todo. Por el contrario, en esta novela podemos ver cómo se encumbra y solidifica su poder y cómo el Garbage Man lo desafía”.  

Este brujo es muy poderoso que incluso convence a uno de sus secuaces por llamarlo de alguna forma y lo manda a tremendo viaje para consolidar su poder, pero Garbage Man no está solo. 

“Para este encuentro mi héroe recae en una serie de aliados que tiene como fenómenos de circo, una jauría de perros callejeros y una serie de personajes variopintos que terminan de poblar la novela. El escenario de este enfrentamiento te la pongo fácil, si nos vamos al este de Tijuana es justamente una zona marginal, desde ahí viene esa influencia postapocalíptica de la novela, estas leyendo el desértico paisaje y dices aquí pasó algo antes, no puede ser que haya tanta desolación en el mundo, al menos eso como escritor espero haberlo proyectado de manera satisfactoria, pero eso dependerá de cada lector”. 

Cada uno de tus personajes tienen sus propias motivaciones para estar en estas páginas. 

“Fíjate soy más apasionado por los personajes que incluso de las historias, mis personajes son de muchos monólogos internos, introspecciones, no solo los pongo en situaciones a resolver, sino que me gusta entender lo que sienten si hacen una cosa y otra, así vamos armando la historia”. 

Ya que nos metemos en temas de personajes, imagina esta situación, vas por los pasillos de la FIL Guadalajara y en una vuelta de pasillo te tropiezas con alguien, lo ayudas a levantar y te das cuenta de que es un personaje de un libro, de una novela, y lo invitas a platicar, ¿quién sería esta figura con la que te gustaría charlar?  

“Es una muy buena pregunta, me agarras fuera de la base y casi me haces out, pienso que definitivamente por mi influencia del policiaco, porque empecé haciendo novela policiaca, de mis personajes predilectos siempre ha sido el detective Philip Marlowe de Raymond Chandler”. 

“Esto es lo que me lleva un poco a Garbage Man, el problema que le empecé a ver al policiaco es que, por la misma naturaleza del género que es misterioso, si te fijas cuando uno lee estas novelas nunca terminas por conocer al detective, porque es una manera de mantener al lector un poco al margen y no spolear la trama, es muy raro que te puedas meter en los pensamientos del detective”. 

“Así tenemos a Philip Marlowe, el mismo Sherlock Holmes, Sam Spade, no sentimos que los conocemos del todo y creo que eso nos atrae más. En el caso de Garbage Man, actué a la inversa, a mi personaje lo conocemos a fondo por medio de mucha introspección, de monólogos internos y estamos conscientes en todo momento de lo que siente, de lo que piensa y porqué actúa como actúa, no hay misterios sino una exploración a fondo del super héroe, eso lo hice porque era una diferencia a lo que te puede brindar un comic o una película que son medios más visuales que tienen que quebrarse mucho la cabeza los guionistas para reflejar que hay dentro de esos personajes, en la novela se da por sí”. 

Y regresando a este escenario donde te ayudas a levantase a Philip Marlowe ¿cuál sería tal vez una pregunta que le harías? 

Si, me fui gacho por la tangente, también quería hacer algo de tiempo para asimilar esta situación (risas). Me gustaría acompañarlo en sus investigaciones y tal vez en esa dinámica irle preguntando a qué se debe su melancolía, porque evidentemente es un alcohólico, pero no como otros detectives que se sabe que falleció su esposa, su hija, algún compañero que pudo evitarlo, en este caso está muy en el limbo. Si eso, saber sobre su melancolía. 

Finalmente, ¿Habrá secuela de Garbaje Man? 

“Dependiendo del éxito que tenga, en un primer borrador Garbage Man moría y no lo hice para revivirlo y hacer una segunda parte, no fue con esa idea porque ese borrador duró años con Garbage Man muerto, pero dije, hay algo anticlimático que no me terminaba de gustar, así que fue como replantear la trama para que lograra sobrevivir, a como estaba al principio debía de morir, ahorita que lo tengo vivo y coleando está esa posibilidad”. 

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